NUEVA YORK. Huguette Clark, la millonaria anciana que murió el mes pasado a los 104 años y que prefirió vivir años de su vida en hospitales y no en sus fastuosas mansiones que poseía en Nueva York y California, dejó su fortuna a la enfermera que cuidó de ella, a algunos de sus más íntimos colaboradores y a galerías de arte.
Clark tuvo un breve matrimonio en 1928 con el heredero de una fortuna ligada a los ferrocarriles, entre otros rubros, y no tuvo hijos.
La mujer evitó siempre la publicidad y las excentricidades de la riqueza y prefirió, en cambio, dedicarse a las artes y a su rica colección de muñecas.
El patrimonio de Clark fue estimado en 400 millones de dólares, aclaró el estudio de abogados Holland & Knight.
En su testamento, la anciana pidió la creación de un fondo para promover y desarrollar las artes que se llamará Bellosguardo Foundation, justamente el nombre de su casa de 24 acres frente al océano en Santa Barbara valuada en 100 millones de dólares y que se convertirá en museo.
Clark también dejó 30 millones de dólares a Hadassah Peri,una enfermera que le fue asignada en 1991 y que luego se convirtió en una compañera fiel.
El Beth Israel Hospital, en Nueva York, donde la anciana fue definida como “ una residente semi-permanente ” por espacio de 20 años tras abandonar su lujoso departamento de 42 habitaciones, recibirá un millón de dólares.
La anciana dejó también 500.000 dólares a su abogado y a su contador, ambos investigados por el modo en el que administraron las finanzas de la mujer.
Un cuadro del pintor francés Claude Monet, “ Ninfee ” , jamás visto por el público desde 1925 y valuado en 25 millones de dólares, fue donado a la Corcoran Gallery of Art, en Washington, donde hay un recinto que lleva el nombre de su padre, el senador William A. Clark, muerto en 1925.
Otra residencia en Connecticut, nunca habitada y muy bien conservada, fue puesta a la venta en 24 millones de dólares.
A los miembros de su familia... Huguette Clark, no les dejó nada.
La mujer evitó siempre la publicidad y las excentricidades de la riqueza y prefirió, en cambio, dedicarse a las artes y a su rica colección de muñecas.
El patrimonio de Clark fue estimado en 400 millones de dólares, aclaró el estudio de abogados Holland & Knight.
En su testamento, la anciana pidió la creación de un fondo para promover y desarrollar las artes que se llamará Bellosguardo Foundation, justamente el nombre de su casa de 24 acres frente al océano en Santa Barbara valuada en 100 millones de dólares y que se convertirá en museo.
Clark también dejó 30 millones de dólares a Hadassah Peri,una enfermera que le fue asignada en 1991 y que luego se convirtió en una compañera fiel.
El Beth Israel Hospital, en Nueva York, donde la anciana fue definida como “ una residente semi-permanente ” por espacio de 20 años tras abandonar su lujoso departamento de 42 habitaciones, recibirá un millón de dólares.
La anciana dejó también 500.000 dólares a su abogado y a su contador, ambos investigados por el modo en el que administraron las finanzas de la mujer.
Un cuadro del pintor francés Claude Monet, “ Ninfee ” , jamás visto por el público desde 1925 y valuado en 25 millones de dólares, fue donado a la Corcoran Gallery of Art, en Washington, donde hay un recinto que lleva el nombre de su padre, el senador William A. Clark, muerto en 1925.
Otra residencia en Connecticut, nunca habitada y muy bien conservada, fue puesta a la venta en 24 millones de dólares.
A los miembros de su familia... Huguette Clark, no les dejó nada.
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